viernes, 25 de septiembre de 2009

Ya me voy ya me voy yendo

Así es, en minutos nomás partimos de esta casa que nos recibió de una forma inexplicable. Hospitalaria como pocas, con mucho mucho amor, cocinando del carajo, con mucha humildad y mucho humor. Sensibilidad por todos lados. A los dos nos dan muchas ganas de recibirlos en Buenos Aires e intentar ser la mitad de hospitalarios que ellos.

MUCHAS GRACIAS Orán, por todo.

Hay gente muy valiosa acá!! Vengan!!! Serán bien recibidos!

Y agora a Bolivia! Chau Argentina!

Nos vamos muy contentos.

Con muchas ganas de seguir.

Nos estamos viendo.

En la próxima emisión.

Dentro de una semana más o menos.

Salú.


Coplas a la casa

Aserran y aserran,
reciben y cocinan
no escasea en esta casa
la entrega es de familia.

Se nota che, se nota,
que en casa e` doña Delia
ella es pa` todo el mundo
la alegría y la gardenia.

Uno duerme en solitario
de lo más acomodado
ellos duermen de hasta tres
y bastante apretados.

No se dejan de mostrar
tan sencillos como son
sin parar de agasajar
todos juntos a éstos dos.

Se confunde por momentos
de quién es esta morada
más a gustolas visitas
que el príncipe y sus hadas.

No es que quiera repetirme
mas no logro comprender
por más esfuerzo que hago
la humildad de esta mujer.

La Paola nos llevó
la familia presentó
ya nos vamos mas sin prisa
volveremos sí señor.

jueves, 24 de septiembre de 2009

de transición

Mañana nos vamos de Orán.

Cuando salgamos, por pocas horas no se van a haber cumplido dos semanas de una estadía intensa, por muchas cosas. Fue, en el viaje, el primer lugar en que, de la nada fuimos construyendo una red para armar talleres. Además, tocamos en vivo en un bar, y abrimos una puerta a esa parte de la música. Y, como para compensar un poco, me enfermé.

Seguimos ahora camino a Bolivia. Cruzaremos la frontera, y entonces, quién sabe. Estamos con ganas de ese momento. Aunque ya muchas otras veces salimos de Argentina, ahora, en este recorrido, tiene un sentido especial. Y vamos ansiosos por un puente que se viene postergando.

Unos días serán de reposo. Le ponemos fichas a Alarachi, una reserva natural que está camino a Tarija, donde se puede acampar. La idea es estar ahí un poco más allá del fin de semana, en conecta con aguas y verdes, ensayando y pensando talleres, y luego seguir camino a Tarija.

Nada más que una idea, igual. Veremos a dónde nos van llevando los caminos.

oyendo a caymmi, adentro adentro

(a caymmi, y a quien canta como caymmi)

extraño el mar.

ahora, por sobre todas las cosas, extraño el mar.

caminar en la arena.

lo húmedo, lo inmenso, lo profundo

lo que llora, lo que encanta, lo que abraza.

me voy meciendo, me balanceo, busco

y querría tener un barco para ir hacia dentro

andar, llegar a otra orilla.

volver a caminar

mirar

sentir, de olas y viento, mi casa

la casa, el viaje

No es fácil enfermarse estando de viaje. Ni cómodo. Ni bienvenido.

Uno extraña, primero, las instalaciones, el confort, la fortaleza de la casa propia. Extraña el baño, la comida, los mimos, el tener a mano todo lo que se precisa. Pero además resulta desesperanzante, uno se frustra, teme no poder seguir, fantasea con que tal vez no sea ése el momento de viajar. Pierde algo que llamaría la fe andante, esa confianza que tiene cualquier viajero en que todo va a salir bien.

A casi tres semanas de salir de Buenos Aires, yo me enfermé. No grave, pero sí con un fuerte dolor de garganta, y fiebre bastante alta. Tuve la suerte, sin embargo, de estar en Orán. Y, más exactamente, tuve la suerte de encontrarme con una familia y una casa muy especial.

Fue el viernes por la mañana que comencé a sentirme mal. Y al amanecer del sábado, me encuentro con un mensaje de Paola, amiga de Constanza, la directora de Cultura, preguntándome si necesitaba algo. Le respondo que me vendría bien, aunque sin compromiso, una ducha caliente y miel para el te. Me dijo que no había problema. Y cuando llegué, al mediodía, me encontré además con un almuerzo delicioso y una cama para instalarme, así no me quedaba en la carpa.

Acepté.

Agua caliente, cama cómoda, son buenísimos para mejorar el estado de salud. Pero ahí no se quedó la cosa. Atención personalizada, preguntando todo el tiempo qué precisaba. Comida de lujo y al pedido de mis gustos, estos días, verduriles. Y, como si fuera poco, todos los conocimientos de Delia sobre la salud al servicio de mi fiebre y mi garganta. Preparados para beber, para hacer gárgaras, aloe para las heridas y, como si fuera poco, masajes. Delia sabe.

Ya todo esto era demasiado. Pero había más. Decía antes que, al enfermarse viajando, se pierde eso que llamaba la fe andante, la confianza. Y es lo más duro.

No lo fue acá. Es mucho más fácil sostener la fe cuando cada mirada, cada gesto, cada palabra, es pura hospitalidad. Cada comida, cada conversación, cada pregunta. Casas como éstas no se olvidan nunca. Gestos como éstos no se olvidan nunca.

Esa memoria da fuerza. Para seguir andando.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Clarita

El otro día encontré en la biblioteca de la casa de la cultura, dos libros sobre Clarita, de Graciela Montes, uno es Clarita se va a la china y el otro Clarita es invisible.

Y fue increíble como sólo al ver la tapa me vino algo en la boca, de la infancia, que ahora no me acuerdo, pero estoy casi seguro que me los leía mi viejo que después aclarará supongo, pero fue impresionante, era como que el recuerdo era en la boca, eso, fue muy lindo y son libros muy lindos para que se los lean a quien quieran.

Eso.

Gracias.

Que llueva que llueva!

POR FAVORRRRRRRRRRR

sábado, 19 de septiembre de 2009

Es muy increíble y no es ninguna novedad

Martes 15

Las diferencias culturales de las personas en los distintos lugares, se ven en cosas muy muy chiquitas y en cosas enormes y también es muy llamativo como éstas son generadas por cosas bien chicas y cosas muy de base.


Recién fuimos a comer y le preguntamos al mozo, ¿de qué son los ravioles? La verdad que si te digo te miento, nos contestó. Porque adentro de la cocina es una cosa y de ahí para afuera es otra. Y nos dijimos ¿¿?????¿¿¿¿¿¿¿???????? cómo!?!?!? Lentamente, después de la incomprensión total, reflexionando, uno termina concluyendo que probablemente seamos los primeros que hicimos esa pregunta y quizás los últimos o unos de los muuy pocos.

Nos pedimos tallarines con aceite de oliva y queso. ¿Sin salsa? Preguntó el mozo, ¿sólo aceite y queso? Sí, sin salsa, sólo aceite y queso. Se fue a hacer el pedido y vuelve al momento con la misma pregunta, dice, que en la cocina les llamó la atención, sólo aceite ¿no? ¿Sin salsa? Sí, sí, sin salsa.

Yo digo, al tipo realmente no le interesa de qué corno son los ravioles… pero digo, por una cuestión de que te genera intriga, no se, ya que se entabló una conversación con la cocina…. Algo!!!!!!!


Miércoles 16 a la noche tarde.

No puedo dejar de pensar en las diferencias culturales, es muy impresionante y constante la evidencia. Y tengo muy claro que no estoy diciendo ninguna noticia.


En la cena de hoy le pedimos al mozo una milanesa napolitana que venía con huevo frito, jamón, queso, papas fritas… tremendo y una ensalada de lechuga tomate y huevo duro como pa compensar vio... Bárbaro. Viene al rato con la milanesa y una guarnición de ensalada en el mismo plato y no trajo otro plato para compartir… era raro y dijo que ya traía, no se qué… ok, yo pensé que traería la ensalada aparte… no se. La cuestión es que apareció con otra milanesa igual pero el huevo en vez de estar frito y arriba de la milanesa estaba duro y arriba de la ensaladita. Obviamente no pusimos mucha resistencia, básicamente le dijimos que estaba todo bien que le dábamo a eso… Pero nos preguntábamos cómo la confusión llegó a generar ese otro pedido tan específico y tan distinto a lo que nosotros queríamos!

Otra cosa, yo vengo de trabajar unos meses en gastronomía, de mozo y en un lugar completamente distinto a cualquiera que pueda encontrar acá e incluso allá quizás. Pero igual me pasa de preguntarme: siendo la única mesa que habíamos pedido en ese momento, con todo vacío, no se les ocurre meterle una onda y sacar el pedido todo junto?

Claramente no y no les parece importante, es sin dudas otra cultura.

Después del asombro pienso y pensamos, es realmente mejor poner tanto en el servicio, la comida, la atención y toda la bola…?

La verdad que no se.

Sí me gusta ponerle una onda a la nutrición pero no se… qué se yo.


Hay varias cosas que me vienen llamando la atención.


Venimos de Chaco donde el agua escasea mucho mucho y después de hacer sólo unos 300km o algo así se ve un despilfarro zarpado. Y eso que acá no llueve hace muchos meses eh.

Ayer veía un nene limpiándole los zapatos a un señor que estaba sentado en la mesa de al lado nuestro y no paraba de asombrarme, no se bien por qué, quizás el hecho de que llega la comida mientras el pibe que se está cagando de hambre está ahí laburando al lado. En realidad sí entiendo que me asombra porque no me entrego a tomarlo como un paisaje. Y sé perfectamente que no me tengo que venir a Salta ni a ningún lugar para ver esa escena, está bien cerca de mi casa en Buenos Aires. Pero bueno, se ve que ahí es más bien una similitud cultural.


Otra cosa que me llama poderosamente la atención es como se establecen las prioridades de gastos de las instituciones, que para mi es de una forma muy polémica. Eso lo dejo ahí…


Sábado 19

Ayer hicimos el primer taller acá en Salta, ahorita en 2hs viene el segundo.

La cuestión es que mientras nosotros hacíamos el taller en la biblioteca de la casa de la cultura, en el auditorio, que está al lado estaban con la presentación de las candidatas a Reina de los estudiantes de Salta. Evento más superficial imposible, y era muy fuerte el contraste, seguramente luego Mar escribirá al respecto pero estábamos nosotros haciendo relajaciones, buscando adentro cosas que nos pasan, intentando generar algo distinto y exactamente al lado el canto al machismo, la superficialidad, la cosificación femenina, etc..


Como puse en otra entrada cuando me siento a escribir se escapan muchas cosas pero bueno… aquí las diferencias culturales que pude bajar…


Por supuesto bienvenidas son todas las observaciones u otras cosas que quieran aportar.


Por favor firmen cuando comentan así sabemos quién nos fala. Gracias

Shanato

Decisión improvisada de publicar, ante tanto mensaje shana tová, shana tová.

Y es que nosotros, de algún modo, estamos arrancando el año.

Así que, feliz año nuevo para todos (también los que no lo festejan ahora, que siempre un año nuevo, de donde venga, es momento para renovar). Shana tová.

Y feliz viaje para todos también, sea el viaje que sea.

Salud!

Mar

viernes, 18 de septiembre de 2009

Edu Edu Edúu

Fue el que nos recibió cuando llegamos a Valdocco, con una sonrisa enorme, feliz, estaba muy contento. Y creo que estuvo así hasta que se fue. El tipo labura de contador, tranquilo, oficinista, creo que 5 ó 6hs diarias. Y le pintó irse al chaco a ver si podía aportar algo. Y ahí nos encontramos y tocamos, jugamos, nos cagamos de risa, yo aprendí un montón de él y realmente la pasamos muy bien.

La verdad que es más humilde que no se qué, es un niño, es un loco y es un maestro.

Abrazo grande groso.

Ah, aprendimos juntos también a tocar landó y ahora la debe estar descosiendo!!

Nos vemos por ahí!!

Me acuerdo de algunas caras y me río solo acá...

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Manifiesto culinario

Queremos comer ensalada!

Queremos arroz yamaní!

Queremos verduras al wok!

Verduras, verduras, de muchos colores: berenjenas, zapallitos, zanahorias, tomates, rúculas, batatas, brócolis (muero por un brócoli, particularmente), repollo, remolacha, espinaca.

Y también otras caseritas

Queremos el lemon pie de Silvia P.!

Queremos las sutilezas cerealísticas de Lalaliru!

Queremos las delicadezas gastronómicas de la Chola!

Queremos el borsht de la babe Ester! El humus del Oso!

Queremos fruta, fruta, fruta: bananas, peras, manzanas, ciruelas, naranjas, mandarinas!

Y tantas cosas más (no se ofenda nadie, que fue una lista con lo primero que venía a la cabeza)

Queremos comida caserita, sana, de la de todos los días nuestros. ¿Y quién pensaría que íbamos a extrañar tanto esto?

Y ahora que vienen las fiestas, encima (los goim no entenderán tanto, no importa)

Basta de empanadas, pizzas, pollos al spiedo, fideos de restaurante.

Queremos manos en la masa, cuchillos en la verdura, desmenuzar un pollo, un pedazo de carne. Hervir los huevos, rallar la zanahoria, saltear el aceite.

Ya vendrá, pero mientras tanto, sale el manifiesto.

martes, 15 de septiembre de 2009

algo se va tramando

Orán. Tarde de calor.

Así empezaba un texto que se me acaba de borrar enterito, por esos problemas de las computadoras que se cuelgan.

Claro que no voy a escribirlo de vuelta, ni intentarlo, pero por lo menos contar alguito de lo que quiero compartir con la gente. Creo, de todas maneras, que, aún perdiéndolo (ya estaba por el final) lo más importante fue el hecho de haberlo escrito.

¿Cómo podría decir lo mismo pero más breve? Intento ahora, como pueda.

Se trata de que, aún sin muchos momentos de gran introspección, estoy empezando a sentir que este viaje está concentrando y resignificando muchas de las cosas que vengo viviendo este último tiempo en Buenos Aires. En la antropología, que me ha dado una mirada y una manera de estar en el mundo, y que, en este recorrido, empieza a aparecer con preguntas y búsquedas que son las de la tesis, las de las materias que cursé, las de los textos que leí. En la educación por el arte, improvisando talleres con lo puesto, ofreciendo y tratando de construir espacios para propiciar la expresión. En la música, porque, tocando y conversando, estoy aprendiendo mucho mucho, y encontrando una linda relación con la guitarra y la voz. En la escritura, porque estoy escribiendo mucho y variado, con un manantial rico y amplio que refresca. Eso, la escritura me refresca, aparte de darme tierra.

(creo que acaba de gestarse la semilla de un texto acerca de la relación de la escritura con los cuatro elementos, ya vendrá)

También en reconocer que los del viaje son los mismos miedos, alegrías, angustias, euforias, taras, delicadezas, gustos, deseos, ritmos, que me acompañan en Buenos Aires, en la vida cotidiana, y desde hace mucho.

Escribía también, antes (en el texto perdido, el olvidado) acerca de nuestra experiencia en Orán. Porque esta experiencia es, en buena parte, la que me está llevando a sentir esta concentración y resignificación.

Llegamos a Orán el viernes y de paso, de camino hacia Bolivia, para estar dos o tres días y usar internet. Sin embargo, el sábado, caminando hacia la plaza, pasamos por la Casa de Cultura. Se nos ocurrió entrar y tuvimos la suerte de encontrar a Constanza, su directora. Hablando del viaje, simplemente, le contamos de la FICYP y, de a poco, casi sin darnos cuenta, fuimos arreglando para hacer un taller el jueves.

El domingo fuimos ahí a usar la computadora, para aprovechar y avanzar en el blog. Ahí seguimos charlando y la cosa empezó a crecer. Entre esa conversación y otra del lunes a la mañana, se interesaron (el plural es porque ya había más gente de la Casa de Cultura) en la formación de mediadores culturales y estuvimos toda la tarde de ese día trabajando. Decidimos agregar un taller el viernes además del del jueves, uno para trabajar con adultos y otro con jóvenes.

La idea de formar un grupo de jóvenes mediadores culturales, lo que venimos trabajando en Santa Cruz con el grupo de Puentes, tomó fuerza por el interés de Eliana y Cecilia, las posibles coordinadoras. Y de repente estábamos mucho más allá del taller, ampliando el trabajo a cuestiones de gestión.

Más aún: nos ofrecieron el albergue municipal para quedarnos a dormir, nos invitaron a comer (hoy, martes, ya varias veces) y nos abrieron contactos en Tarija, Cochabamba y Santa Cruz. No es poco.

La sensación, maravillosa, es de, cayendo a Orán sin nada, haber empezado a armar de a poquito algo que realmente puede crecer: Una red, un camino, una red de caminos. Como si fuese el trabajo que hago todos los días, pero sin ataduras, y en su mínima expresión. Una sensación de gran gran autonomía.

Es cierto que hemos tenido suerte, y que tal vez esto no crezca como esperamos. Pero tenemos mucha mucha confianza en que sí. En que se disparó algo que va a ir saliendo y en que, aún sin organizar ni planificar nada, y tal vez justamente por eso (decidimos ir a Orán a último momento, de hecho, dejando de lado el cruzar a Bolivia por Tartagal) puede tomar gran consistencia, fuerza, un aluvión en el que viajemos.

Lo último, respecto a esto que se abre, es una hermosa yapa: nos ofrecieron, también a través de la gente de Cultura, una posibilidad de tocar en un bar. No tenemos nada demasiado armado, pero no por eso vamos a dejarlo de lado. Vamos a probar, vamos a mandarnos con todo lo que tenemos, entre la poesía, la música, algo del clown. Y ver de ahí qué nace.

Como el bar es medio rockero, se nos ocurrió hacer versiones rearmonizadas de temas de divididos, por ejemplo. Y a eso sumarle algún drexler, un par de zambitas, una que otra bossa, y cosas que se van cruzando ahí con poemas, quiesabequemás, y el mismo estar en el escenario, que tenemos ganas y confianza en lo que pueda salir.

Soltando amarras, también.

Finalmente, escribí otra cosa, claro. Y fue bastante larga también. Así tendría que ser.

Ahora sería hermoso que llueva, y mucho. Una tormenta que saque el calor y refresque el aire. Y toda el agua del mundo como celebración de lo que vive.

Cuanta cosa cuanta...

La verdad que estoy muy contento, siento muy claramente que es el momento para hacer lo que estamos haciendo, como lo estamos haciendo, quienes lo estamos haciendo.
Es muy lindo, hablamos un montón con Mar, de muchas cosas, cómo nos encontramos las diferentes culturas, qué vamos a hacer en el taller del jueves, qué vamos a hacer en los showcitos que vengan, cómo seguir, no se, mil cosas.
Está buenísimo.

Ayer jugamos un partidito de fulbo, estábamos en equipos contrarios, nos hizo muy bien, necesitábamos un poco de ejercicio físico. Y comimos un asadito!!!!

Estamos ahora parando en el complejo deportivo municipal de Orán, que tiene unos albergues ahí mismo y por medio de la directora de la casa de cultura nos estamos hospedando ahí después de estar tres noches en un hotelito del estilo de los que debe haber en las cercanías de Once pero más tranqui supongo. Nos gustó mucho estar en ese barrio que para los de acá no da ni en pedo y nosotros andábamos por ahí de lo más tranquilos, sin ningún problema.

Todo el personal de la casa de cultura está siendo sumamente generoso con nosotros, desde muchos puntos de vista, tanto en lo que respecta a nuestra estadía acá como brindándonos contactos en Bolivia que ya nos están sirviendo mucho para ir armando lo que viene.

Mmmmmm qué mais...

Obviamente cuando uno no está escribiendo piensa un montón de cosas que tiene ganas de contar y cuando estás sentado se esfuman...
Me encanta leer los mails que mandan, agradezco mucho mucho a todos porque hace muy bien y es divertido leerlos, escriban todo lo que quieran y las boludeces más pequeñas que está bueno! Y disculpen si no contesto todo personalmente, voy a seguir haciendo lo posible!

Estoy pensando mucho en lo diferente de las culturas, en qué se diferencian y por qué, después voy a subir algo específico de eso pero me impacta mucho como moviéndose sólo un poquito cambian drasticamente muchas costumbres, preocupaciones, formas... etc.

Otra cosa que no para de asombrarme acá son las santas ritas! son increíbles, no se pueden imaginar la cantidad que hay, de todos los colores, enormes, están buenísimas!!! Me encantan.

Bueno, les mando un beso grande che!!!

Que la pasen muy lindo

Y muchas gracias por toda la buena onda que tiran!! No saben lo importante que es.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Desde Orán

Estamos en San Ramón de la nueva Orán desde ayer.

Estuvimos desde el 2 a la noche hasta el jueves 10 a la noche en Valdocco, una comunidad que queda a 5km de Comandancia Frías bien al oeste del Chaco, en el impenetrable, a pasitos de la frontera con salta.

Ahí nos fue muy muy bien la verdad, el lugar es puro monte, muy lindo. El clima nos trató bien, ya que suele hacer mucho calor y por suerte no fue tan así, estuvo bastante tranqui salvo por un par de días que hizo un poco más de calor y estuvimos medio tirados.

En Valdocco viven alrededor de 250 personas. Hay un secundario y un terciario. Es todo muy nuevo, el secundario empezó el año pasado y el terciario a mitad de este año. Los chicos y adultos que asisten en general son de la zona, de parajes cercanos y no tanto y también hay de otros lugares, misiones, santa fe, del sur y más...

Es muy interesante, los chicos son una masa y nos fue realmente muy muy bien, vamos a extrañar un montón...