viernes, 25 de septiembre de 2009
Ya me voy ya me voy yendo
Coplas a la casa
reciben y cocinan
no escasea en esta casa
la entrega es de familia.
Se nota che, se nota,
que en casa e` doña Delia
ella es pa` todo el mundo
la alegría y la gardenia.
Uno duerme en solitario
de lo más acomodado
ellos duermen de hasta tres
y bastante apretados.
No se dejan de mostrar
tan sencillos como son
sin parar de agasajar
todos juntos a éstos dos.
Se confunde por momentos
de quién es esta morada
más a gustolas visitas
que el príncipe y sus hadas.
No es que quiera repetirme
mas no logro comprender
por más esfuerzo que hago
la humildad de esta mujer.
La Paola nos llevó
la familia presentó
ya nos vamos mas sin prisa
volveremos sí señor.
jueves, 24 de septiembre de 2009
de transición
oyendo a caymmi, adentro adentro
la casa, el viaje
domingo, 20 de septiembre de 2009
Clarita
Y fue increíble como sólo al ver la tapa me vino algo en la boca, de la infancia, que ahora no me acuerdo, pero estoy casi seguro que me los leía mi viejo que después aclarará supongo, pero fue impresionante, era como que el recuerdo era en la boca, eso, fue muy lindo y son libros muy lindos para que se los lean a quien quieran.
Eso.
Gracias.
sábado, 19 de septiembre de 2009
Es muy increíble y no es ninguna novedad
Shanato
Y es que nosotros, de algún modo, estamos arrancando el año.
Así que, feliz año nuevo para todos (también los que no lo festejan ahora, que siempre un año nuevo, de donde venga, es momento para renovar). Shana tová.
Y feliz viaje para todos también, sea el viaje que sea.
Salud!
Mar
viernes, 18 de septiembre de 2009
Edu Edu Edúu
Ah, aprendimos juntos también a tocar landó y ahora la debe estar descosiendo!!
Nos vemos por ahí!!
Me acuerdo de algunas caras y me río solo acá...
miércoles, 16 de septiembre de 2009
Manifiesto culinario
Queremos comer ensalada!
Queremos arroz yamaní!
Queremos verduras al wok!
Verduras, verduras, de muchos colores: berenjenas, zapallitos, zanahorias, tomates, rúculas, batatas, brócolis (muero por un brócoli, particularmente), repollo, remolacha, espinaca.
Y también otras caseritas
Queremos el lemon pie de Silvia P.!
Queremos las sutilezas cerealísticas de Lalaliru!
Queremos las delicadezas gastronómicas de la Chola!
Queremos el borsht de la babe Ester! El humus del Oso!
Queremos fruta, fruta, fruta: bananas, peras, manzanas, ciruelas, naranjas, mandarinas!
Y tantas cosas más (no se ofenda nadie, que fue una lista con lo primero que venía a la cabeza)
Queremos comida caserita, sana, de la de todos los días nuestros. ¿Y quién pensaría que íbamos a extrañar tanto esto?
Y ahora que vienen las fiestas, encima (los goim no entenderán tanto, no importa)
Basta de empanadas, pizzas, pollos al spiedo, fideos de restaurante.
Queremos manos en la masa, cuchillos en la verdura, desmenuzar un pollo, un pedazo de carne. Hervir los huevos, rallar la zanahoria, saltear el aceite.
Ya vendrá, pero mientras tanto, sale el manifiesto.
martes, 15 de septiembre de 2009
algo se va tramando
Así empezaba un texto que se me acaba de borrar enterito, por esos problemas de las computadoras que se cuelgan.
Claro que no voy a escribirlo de vuelta, ni intentarlo, pero por lo menos contar alguito de lo que quiero compartir con la gente. Creo, de todas maneras, que, aún perdiéndolo (ya estaba por el final) lo más importante fue el hecho de haberlo escrito.
¿Cómo podría decir lo mismo pero más breve? Intento ahora, como pueda.
Se trata de que, aún sin muchos momentos de gran introspección, estoy empezando a sentir que este viaje está concentrando y resignificando muchas de las cosas que vengo viviendo este último tiempo en Buenos Aires. En la antropología, que me ha dado una mirada y una manera de estar en el mundo, y que, en este recorrido, empieza a aparecer con preguntas y búsquedas que son las de la tesis, las de las materias que cursé, las de los textos que leí. En la educación por el arte, improvisando talleres con lo puesto, ofreciendo y tratando de construir espacios para propiciar la expresión. En la música, porque, tocando y conversando, estoy aprendiendo mucho mucho, y encontrando una linda relación con la guitarra y la voz. En la escritura, porque estoy escribiendo mucho y variado, con un manantial rico y amplio que refresca. Eso, la escritura me refresca, aparte de darme tierra.
(creo que acaba de gestarse la semilla de un texto acerca de la relación de la escritura con los cuatro elementos, ya vendrá)
También en reconocer que los del viaje son los mismos miedos, alegrías, angustias, euforias, taras, delicadezas, gustos, deseos, ritmos, que me acompañan en Buenos Aires, en la vida cotidiana, y desde hace mucho.
Escribía también, antes (en el texto perdido, el olvidado) acerca de nuestra experiencia en Orán. Porque esta experiencia es, en buena parte, la que me está llevando a sentir esta concentración y resignificación.
Llegamos a Orán el viernes y de paso, de camino hacia Bolivia, para estar dos o tres días y usar internet. Sin embargo, el sábado, caminando hacia la plaza, pasamos por la Casa de Cultura. Se nos ocurrió entrar y tuvimos la suerte de encontrar a Constanza, su directora. Hablando del viaje, simplemente, le contamos de la FICYP y, de a poco, casi sin darnos cuenta, fuimos arreglando para hacer un taller el jueves.
El domingo fuimos ahí a usar la computadora, para aprovechar y avanzar en el blog. Ahí seguimos charlando y la cosa empezó a crecer. Entre esa conversación y otra del lunes a la mañana, se interesaron (el plural es porque ya había más gente de la Casa de Cultura) en la formación de mediadores culturales y estuvimos toda la tarde de ese día trabajando. Decidimos agregar un taller el viernes además del del jueves, uno para trabajar con adultos y otro con jóvenes.
La idea de formar un grupo de jóvenes mediadores culturales, lo que venimos trabajando en Santa Cruz con el grupo de Puentes, tomó fuerza por el interés de Eliana y Cecilia, las posibles coordinadoras. Y de repente estábamos mucho más allá del taller, ampliando el trabajo a cuestiones de gestión.
Más aún: nos ofrecieron el albergue municipal para quedarnos a dormir, nos invitaron a comer (hoy, martes, ya varias veces) y nos abrieron contactos en Tarija, Cochabamba y Santa Cruz. No es poco.
La sensación, maravillosa, es de, cayendo a Orán sin nada, haber empezado a armar de a poquito algo que realmente puede crecer: Una red, un camino, una red de caminos. Como si fuese el trabajo que hago todos los días, pero sin ataduras, y en su mínima expresión. Una sensación de gran gran autonomía.
Es cierto que hemos tenido suerte, y que tal vez esto no crezca como esperamos. Pero tenemos mucha mucha confianza en que sí. En que se disparó algo que va a ir saliendo y en que, aún sin organizar ni planificar nada, y tal vez justamente por eso (decidimos ir a Orán a último momento, de hecho, dejando de lado el cruzar a Bolivia por Tartagal) puede tomar gran consistencia, fuerza, un aluvión en el que viajemos.
Lo último, respecto a esto que se abre, es una hermosa yapa: nos ofrecieron, también a través de la gente de Cultura, una posibilidad de tocar en un bar. No tenemos nada demasiado armado, pero no por eso vamos a dejarlo de lado. Vamos a probar, vamos a mandarnos con todo lo que tenemos, entre la poesía, la música, algo del clown. Y ver de ahí qué nace.
Como el bar es medio rockero, se nos ocurrió hacer versiones rearmonizadas de temas de divididos, por ejemplo. Y a eso sumarle algún drexler, un par de zambitas, una que otra bossa, y cosas que se van cruzando ahí con poemas, quiesabequemás, y el mismo estar en el escenario, que tenemos ganas y confianza en lo que pueda salir.
Soltando amarras, también.
Finalmente, escribí otra cosa, claro. Y fue bastante larga también. Así tendría que ser.
Ahora sería hermoso que llueva, y mucho. Una tormenta que saque el calor y refresque el aire. Y toda el agua del mundo como celebración de lo que vive.
Cuanta cosa cuanta...
Es muy lindo, hablamos un montón con Mar, de muchas cosas, cómo nos encontramos las diferentes culturas, qué vamos a hacer en el taller del jueves, qué vamos a hacer en los showcitos que vengan, cómo seguir, no se, mil cosas.
Está buenísimo.
Ayer jugamos un partidito de fulbo, estábamos en equipos contrarios, nos hizo muy bien, necesitábamos un poco de ejercicio físico. Y comimos un asadito!!!!
Estamos ahora parando en el complejo deportivo municipal de Orán, que tiene unos albergues ahí mismo y por medio de la directora de la casa de cultura nos estamos hospedando ahí después de estar tres noches en un hotelito del estilo de los que debe haber en las cercanías de Once pero más tranqui supongo. Nos gustó mucho estar en ese barrio que para los de acá no da ni en pedo y nosotros andábamos por ahí de lo más tranquilos, sin ningún problema.
Todo el personal de la casa de cultura está siendo sumamente generoso con nosotros, desde muchos puntos de vista, tanto en lo que respecta a nuestra estadía acá como brindándonos contactos en Bolivia que ya nos están sirviendo mucho para ir armando lo que viene.
Mmmmmm qué mais...
Obviamente cuando uno no está escribiendo piensa un montón de cosas que tiene ganas de contar y cuando estás sentado se esfuman...
Me encanta leer los mails que mandan, agradezco mucho mucho a todos porque hace muy bien y es divertido leerlos, escriban todo lo que quieran y las boludeces más pequeñas que está bueno! Y disculpen si no contesto todo personalmente, voy a seguir haciendo lo posible!
Estoy pensando mucho en lo diferente de las culturas, en qué se diferencian y por qué, después voy a subir algo específico de eso pero me impacta mucho como moviéndose sólo un poquito cambian drasticamente muchas costumbres, preocupaciones, formas... etc.
Otra cosa que no para de asombrarme acá son las santas ritas! son increíbles, no se pueden imaginar la cantidad que hay, de todos los colores, enormes, están buenísimas!!! Me encantan.
Bueno, les mando un beso grande che!!!
Que la pasen muy lindo
Y muchas gracias por toda la buena onda que tiran!! No saben lo importante que es.
sábado, 12 de septiembre de 2009
Desde Orán
Estuvimos desde el 2 a la noche hasta el jueves 10 a la noche en Valdocco, una comunidad que queda a 5km de Comandancia Frías bien al oeste del Chaco, en el impenetrable, a pasitos de la frontera con salta.
Ahí nos fue muy muy bien la verdad, el lugar es puro monte, muy lindo. El clima nos trató bien, ya que suele hacer mucho calor y por suerte no fue tan así, estuvo bastante tranqui salvo por un par de días que hizo un poco más de calor y estuvimos medio tirados.
En Valdocco viven alrededor de 250 personas. Hay un secundario y un terciario. Es todo muy nuevo, el secundario empezó el año pasado y el terciario a mitad de este año. Los chicos y adultos que asisten en general son de la zona, de parajes cercanos y no tanto y también hay de otros lugares, misiones, santa fe, del sur y más...
Es muy interesante, los chicos son una masa y nos fue realmente muy muy bien, vamos a extrañar un montón...