Fue el que nos recibió cuando llegamos a Valdocco, con una sonrisa enorme, feliz, estaba muy contento. Y creo que estuvo así hasta que se fue. El tipo labura de contador, tranquilo, oficinista, creo que 5 ó 6hs diarias. Y le pintó irse al chaco a ver si podía aportar algo. Y ahí nos encontramos y tocamos, jugamos, nos cagamos de risa, yo aprendí un montón de él y realmente la pasamos muy bien.

La verdad que es más humilde que no se qué, es un niño, es un loco y es un maestro.
Abrazo grande groso.
Ah, aprendimos juntos también a tocar landó y ahora la debe estar descosiendo!!
Nos vemos por ahí!!
Me acuerdo de algunas caras y me río solo acá...
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