martes, 15 de septiembre de 2009

algo se va tramando

Orán. Tarde de calor.

Así empezaba un texto que se me acaba de borrar enterito, por esos problemas de las computadoras que se cuelgan.

Claro que no voy a escribirlo de vuelta, ni intentarlo, pero por lo menos contar alguito de lo que quiero compartir con la gente. Creo, de todas maneras, que, aún perdiéndolo (ya estaba por el final) lo más importante fue el hecho de haberlo escrito.

¿Cómo podría decir lo mismo pero más breve? Intento ahora, como pueda.

Se trata de que, aún sin muchos momentos de gran introspección, estoy empezando a sentir que este viaje está concentrando y resignificando muchas de las cosas que vengo viviendo este último tiempo en Buenos Aires. En la antropología, que me ha dado una mirada y una manera de estar en el mundo, y que, en este recorrido, empieza a aparecer con preguntas y búsquedas que son las de la tesis, las de las materias que cursé, las de los textos que leí. En la educación por el arte, improvisando talleres con lo puesto, ofreciendo y tratando de construir espacios para propiciar la expresión. En la música, porque, tocando y conversando, estoy aprendiendo mucho mucho, y encontrando una linda relación con la guitarra y la voz. En la escritura, porque estoy escribiendo mucho y variado, con un manantial rico y amplio que refresca. Eso, la escritura me refresca, aparte de darme tierra.

(creo que acaba de gestarse la semilla de un texto acerca de la relación de la escritura con los cuatro elementos, ya vendrá)

También en reconocer que los del viaje son los mismos miedos, alegrías, angustias, euforias, taras, delicadezas, gustos, deseos, ritmos, que me acompañan en Buenos Aires, en la vida cotidiana, y desde hace mucho.

Escribía también, antes (en el texto perdido, el olvidado) acerca de nuestra experiencia en Orán. Porque esta experiencia es, en buena parte, la que me está llevando a sentir esta concentración y resignificación.

Llegamos a Orán el viernes y de paso, de camino hacia Bolivia, para estar dos o tres días y usar internet. Sin embargo, el sábado, caminando hacia la plaza, pasamos por la Casa de Cultura. Se nos ocurrió entrar y tuvimos la suerte de encontrar a Constanza, su directora. Hablando del viaje, simplemente, le contamos de la FICYP y, de a poco, casi sin darnos cuenta, fuimos arreglando para hacer un taller el jueves.

El domingo fuimos ahí a usar la computadora, para aprovechar y avanzar en el blog. Ahí seguimos charlando y la cosa empezó a crecer. Entre esa conversación y otra del lunes a la mañana, se interesaron (el plural es porque ya había más gente de la Casa de Cultura) en la formación de mediadores culturales y estuvimos toda la tarde de ese día trabajando. Decidimos agregar un taller el viernes además del del jueves, uno para trabajar con adultos y otro con jóvenes.

La idea de formar un grupo de jóvenes mediadores culturales, lo que venimos trabajando en Santa Cruz con el grupo de Puentes, tomó fuerza por el interés de Eliana y Cecilia, las posibles coordinadoras. Y de repente estábamos mucho más allá del taller, ampliando el trabajo a cuestiones de gestión.

Más aún: nos ofrecieron el albergue municipal para quedarnos a dormir, nos invitaron a comer (hoy, martes, ya varias veces) y nos abrieron contactos en Tarija, Cochabamba y Santa Cruz. No es poco.

La sensación, maravillosa, es de, cayendo a Orán sin nada, haber empezado a armar de a poquito algo que realmente puede crecer: Una red, un camino, una red de caminos. Como si fuese el trabajo que hago todos los días, pero sin ataduras, y en su mínima expresión. Una sensación de gran gran autonomía.

Es cierto que hemos tenido suerte, y que tal vez esto no crezca como esperamos. Pero tenemos mucha mucha confianza en que sí. En que se disparó algo que va a ir saliendo y en que, aún sin organizar ni planificar nada, y tal vez justamente por eso (decidimos ir a Orán a último momento, de hecho, dejando de lado el cruzar a Bolivia por Tartagal) puede tomar gran consistencia, fuerza, un aluvión en el que viajemos.

Lo último, respecto a esto que se abre, es una hermosa yapa: nos ofrecieron, también a través de la gente de Cultura, una posibilidad de tocar en un bar. No tenemos nada demasiado armado, pero no por eso vamos a dejarlo de lado. Vamos a probar, vamos a mandarnos con todo lo que tenemos, entre la poesía, la música, algo del clown. Y ver de ahí qué nace.

Como el bar es medio rockero, se nos ocurrió hacer versiones rearmonizadas de temas de divididos, por ejemplo. Y a eso sumarle algún drexler, un par de zambitas, una que otra bossa, y cosas que se van cruzando ahí con poemas, quiesabequemás, y el mismo estar en el escenario, que tenemos ganas y confianza en lo que pueda salir.

Soltando amarras, también.

Finalmente, escribí otra cosa, claro. Y fue bastante larga también. Así tendría que ser.

Ahora sería hermoso que llueva, y mucho. Una tormenta que saque el calor y refresque el aire. Y toda el agua del mundo como celebración de lo que vive.

8 comentarios:

  1. Me emociona y me llena de alegría saber de todo eso. Con la energía que usted lleva desde hace tiempo no me sorprende que vaya saliendo todo tan hermoso... Ponga mucha fe en la voz, ese canal se viene llenando de pájaros y campanitas...
    Le mando un abrazo gigante.

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  2. Recuerdo que una vez con pili nos tocó la noche en Orán, era ya noviembre. Habíamos llegado de tardecita atravesando a dedo la ruta 81 paralela a los grandes ríos formoseños, había sido un viaje divertidísimo!?: el ómnibus había perdido la rueda en Pozo del Tigre, desde donde marchamos a pie con muchos niños y niñas, madres con cajones de verdura y gallinas a cuestas, vendedores de turrones de maní, mujeres de faldas floreadas que habían ido a buscar su sueldo al banco, algunos jóvenes con palas y asadas, todos se fueron colando lentamente por las orillas. Nuestro viaje continúo, entonces, a dedo con un camionero de la YPF que mascaba un gran bollo de coca silenciosamente, llegamos primero a Juárez donde el sol de mediodía impactaba de tal manera sobre la tierra blanca que parecía que estábamos en el Sahara (sensación leída)...Luego, finalmente Orán...nuevamente el verde...sin embargo, tranquilo...cansadas buscábamos donde parar, antes nos topamos con dos niños curiosos que miraban, charlamos con ellos un rato y pili, muerta de sed, pidió agua...nos invitaron a acercarnos a su casa...la madre de los chicos, salió y nos invitó a pasar, asombrada de vernos...no paró de hablar y preguntarnos... ¿qué hacíamos por allá?, ¿cómo era la capital? ¿es verdad que hay tantos robos? ¿y todos son flacos allá? ¿no comen? entre pregunta y pregunta largaba una extensa carcajada, nos invito a sentarnos en sillas y/o reposeras en el patio de tierra prolijamente apisonada, mientras su marido nos convidaba terere..nos contó que se llamaba María y era enfermera del hospital, y nos habló (quizás medio efecto espejo) de la situación de las mujeres allá... nos paralizó su visión, como enfermera, como mujer, como madre, como esposa, en su relato fue de las jóvenes a las viejas, de jóvenes putas a viejas solteronas locas y abandonadas: las jóvenes allí son "las busconas, las calentonas!!!" "todo el tiempo se están embarazando!!!" así contaba los cientos de casos que atendían allí...luego nos contó de otra de sus conocidas, una señora a la cual su marido hacia tiempo que la había dejado por otra, allí tenía al Gauchito Gil a quien le había hecho una promesa, "todos los días le prendía 10 velas blancas para que su marido regresara"...el relato continúo varias rondas más de tereré...cuando se acabó el agua de la jarra y aún atrapadas en esas tramas, un poco apuradas por encontrar un techo donde dormir, nos alejamos del rancho; mientras, María manguereaba la sombra de los naranjos...

    Ce.

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  3. Holas viajeros, me sumo a los saludos y a la buena onda (elemento indispensable para vivir-en-cualquier-lugar) Qué tal el show semi-rockero?? Les cuento que en Buenos aires llovió buena parte de la tarde, así que les comparto un poco de refrescante humedad por si la estaban necesitando... Hasta luego... AleVasca

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  4. A veces la vida también te da sorpresas gratas. Una de ellas , por estos días, fue haberlos conocido. Vaya si contagian energía!! Creo que aveces... demasiada !! Lo cual se agradece. Desde ya , mi apoyo eterno a sus ideas (en realidad , algunas tendremos que continuar negociándolas jaja )Continúen abriendo caminos...

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  5. hola martin, no te conozco mucho ni se muy bien de q se trata este viaje en el que se embarcaron, solo tengo un mail con la direccion del blog pero me voy a permitir un comentario o tal vez mas. me los imagino buscadores con los sentidos dispuestos a encontrar, a mirar, a escuchar, a saborear nuevas palabras, personas y paisajes(en el mas amplio de los sentidos) y en esa apertura encontrar-se y compartir-lo. su apuesta a la palabra (la de los otros, la de ustedes) me deja casi muda, me sorprende... el mejor de los deseos para esas aventuras en las q mas alla de la "suerte" uno se manda con lo que tiene, y se generan encuentros, descubrimientos, intimidades- alejandra cesca

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  6. Hola a todos

    Muchas gracias por los comentarios, que llenan de energía. Las palabras que llegan deseando, ofreciendo lluvias (que tanta falta hacen acá!) compartiendo las ganas de abrir caminos, convidando relatos hermosos, abrazando y abrazando.

    Cada día más me doy cuenta, al andar, de que el viaje me va haciendo enraizarme cada vez más en palabras, elecciones, símbolos, afectos, búsquedas.

    Sobre todo, creo que eso, enraizarme en búsquedas. En la búsqueda (como bien diría acá el amigo Lechu, de siesta ahora).

    Y creo que eso lo compartimos con muchos de los que nos vamos leyendo y escribiendo.

    Gracias por compartir, que sigan las cartas indo e vindo.

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  7. Gracias a vos,Martín, por compartir tu pasión por la lectura, por apuntalar la idea del Taller de Lectura y Escritura ,por hacerme sentir que las palabras llenan espacios vacíos. Próxima visita para apadrinar el taller con Lean.Continúen abriendo caminos...Mi admiración eterna !!! Pao

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  8. Hoy me llevé una grata sorpresa. Recordando lo que hablamos un día...esta idea de crear con lo que tenemos a mano. Puse en práctica tu popuesta...De manera que con papeles,telas, lanas, semillas de todas clases, incluso algunas que recogimos de los árboles del colegio,mis alumnitos pusieron en práctica su imaginación. No te imaginás los trabajos maravillosos que hicieron!!! Y lo más lindo fue que a sus 7 añitos ,ellos sintieron que todo lo realizado era una verdadera "obra de arte". Y yo feliz de propiciar ese espacio, que por ciertos condicionamientos de la rutina escolar, a veces les negamos.Gracias por la idea !!! como te darás cuenta...muy fructífera. Saludos !!!

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