Oda al mar Pablo Neruda Aquí en la isla el mar y cuánto mar se sale de sí mismo a cada rato, dice que sí, que no, que no, que no, que no, dice que si, en azul, en espuma, en galope, dice que no, que no. No puede estarse quieto, me llamo mar, repite pegando en una piedra sin lograr convencerla, entonces con siete lenguas verdes de siete perros verdes, de siete tigres verdes, de siete mares verdes, la recorre, la besa, la humedece y se golpea el pecho repitiendo su nombre. Oh mar, así te llamas, oh camarada océano, no pierdas tiempo y agua, no te sacudas tanto, ayúdanos, somos los pequeñitos pescadores, los hombres de la orilla, tenemos frío y hambre eres nuestro enemigo, no golpees tan fuerte, no grites de ese modo, abre tu caja verde y déjanos a todos en las manos tu regalo de plata: el pez de cada día. .....................
Diego no conocía la mar.El padre,Santiago Kovadloff,lo llevó a descubrirla. Viajaron al sur. Ella, la mar ,estaba más allá de los altos médanos,esperando. Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar,la mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta la intensidad de la mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura. Y cuando por fin consiguió hablar, temblando,tartamudeando, pidió a su padre: -¡AYÚDAME A MIRAR!
Leandro... Lechu según tu blog´s firma... Realmente no escribo mucho, digamos más bien poquito, y cada tanto sigo el blog de ustedes. Qué experiencia... que viajecito... que peripecias y también que buenas poesías !!! Vamos a ver que conexiones hacemos en función de ver tu próximo laburo... y trombón mediante, escucharemos nuevamente música y por ahí poesías y textos dichos personalmente. Lean, un abrazo enorme y una parte de América vivida en la piel, en las entrañas y en el corazón van a venir con vos, y vas a evocarla a cada momento que la vida te lo requiera. Lean querido, un abrazo enorme, que quiero darte cuando nos veamos. Cuando vuelven por Buenos Aires? BESOS, ABRAZOS para vos y Martín. Tu tío Mario. Mariop.
Oda al mar
ResponderEliminarPablo Neruda
Aquí en la isla
el mar
y cuánto mar
se sale de sí mismo
a cada rato,
dice que sí, que no,
que no, que no, que no,
dice que si, en azul,
en espuma, en galope,
dice que no, que no.
No puede estarse quieto,
me llamo mar, repite
pegando en una piedra
sin lograr convencerla,
entonces
con siete lenguas verdes
de siete perros verdes,
de siete tigres verdes,
de siete mares verdes,
la recorre, la besa,
la humedece
y se golpea el pecho
repitiendo su nombre.
Oh mar, así te llamas,
oh camarada océano,
no pierdas tiempo y agua,
no te sacudas tanto,
ayúdanos,
somos los pequeñitos
pescadores,
los hombres de la orilla,
tenemos frío y hambre
eres nuestro enemigo,
no golpees tan fuerte,
no grites de ese modo,
abre tu caja verde
y déjanos a todos
en las manos
tu regalo de plata:
el pez de cada día.
.....................
Diego no conocía la mar.El padre,Santiago Kovadloff,lo llevó a descubrirla.
ResponderEliminarViajaron al sur.
Ella, la mar ,estaba más allá de los altos médanos,esperando.
Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar,la mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta la intensidad de la mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura.
Y cuando por fin consiguió hablar, temblando,tartamudeando, pidió a su padre:
-¡AYÚDAME A MIRAR!
Eduardo Galeano
brindo por ese mar que te hablará...
ResponderEliminarAlba
Iba a publicar exactamente lo mismo que publicó el Lechu. Mucho tiempo juntos, parece, uno habla por los dos.
ResponderEliminarGracias por todos los textos y los brindis. Hermosos.
Abrazos
Mar
Yo también llegué al mar... pero al pacífico, y en algún momento encontré su mirada de mar.
ResponderEliminarMe alegra encontrarlo...
Abrazos
Leandro... Lechu según tu blog´s firma...
ResponderEliminarRealmente no escribo mucho, digamos más bien poquito, y cada tanto sigo el blog de ustedes.
Qué experiencia... que viajecito... que peripecias y también que buenas poesías !!!
Vamos a ver que conexiones hacemos en función de ver tu próximo laburo... y trombón mediante, escucharemos nuevamente música y por ahí poesías y textos dichos personalmente.
Lean, un abrazo enorme y una parte de América vivida en la piel, en las entrañas y en el corazón van a venir con vos, y vas a evocarla a cada momento que la vida te lo requiera.
Lean querido, un abrazo enorme, que quiero darte cuando nos veamos.
Cuando vuelven por Buenos Aires? BESOS, ABRAZOS para vos y Martín.
Tu tío Mario. Mariop.